Diferencia entre collares y colgantes

¿Sabías que los collares y colgantes, al contrario de lo que suele pensarse, no son lo mismo? De hecho, son dos piezas de joyería completamente diferentes. Sigue leyendo para descubrir en qué se diferencian.

¿Cuál es la principal diferencia entre un collar y un colgante?

Un collar es una joya que se extiende alrededor del cuello. Puede incorporar o no adornos adicionales. En cambio, un colgante sigue siendo una joya, pero que no cuelga directamente del cuello, sino del propio collar o de una cadena. De ahí que suelan confundirse. Para clarificar los términos, se suele optar por denominar collar al conjunto (colgante y cadena).

Por lo demás, son piezas muy individualizadas, en las que el joyero tiene plena libertad para decidir el diseño final, al igual que su grosor, tipo de cierre o material de confección. Lo mismo ocurre con sus medidas. La extensión estándar de un collar suele situarse en torno a 50 centímetros de longitud (aunque puede ser muy superior). También hay colgantes de todos los tamaños, aunque normalmente llegan hasta el escote.

Diferentes tipos de colgantes y collares

Los colgantes y collares también presentan otra importante diferencia: puedes encontrarlos en distintas modalidades.

En el caso de los collares, las más habituales son:

• Gargantillas. Estos collares están pensados para reposar en la clavícula y extenderse por la base del cuello. Así podrás resaltar tus hombros y cuello, con un amplio abanico de estilos para elegir.
• En cascada. Estos collares son ideales para destacar tu vestuario, especialmente si te gusta llevar un vestido sin tirantes o de cuello alto. En función de la aleación escogida, el número de capas puede variar considerablemente, tanto en la zona posterior como en la delantera.
• SingleStrand. Es, quizás, el formato clásico por excelencia. Suele fabricarse con materiales nobles, como la plata, y su extensión media oscila entre los 45 y 120 centímetros.
• Princesa. Esta modalidad se caracteriza por colgar debajo de la clavícula. Es un formato que nunca pasa de moda y que puede conjuntarse con numerosas combinaciones de ropa.
• Ópera. Estos collares también sobresalen por su largo, que suele situarse entre los 71 y 86 centímetros de longitud, por lo que se sitúan ligeramente por debajo de la zona pectoral. Aunque admiten todo tipo de materiales, son especialmente conocidos los diseñados a base de perlas.

El colgante, por su parte, también tiene muchas modalidades que ofrecerte, algunas van integradas en la propia cadena y otras se adquieren por separado, como:

• Relicarios. Es uno de los colgantes más utilizados, ya que permite tener siempre a mano una fotografía o imagen muy valiosa para quien lo lleva. También puede guardar otros artículos de pequeño tamaño. Suele utilizarse en collares tipo princesa, para que el relicario esté próximo al corazón.
• Joyas. Suelen ser diseños sencillos para adaptarse mejor al vestuario de la persona que los portan. En lo que a las piedras se refiere, no hay un estándar definido, por lo que puedes encontrar desde rojizos rubíes hasta azulados zafiros, pasando por un sinfín de modalidades.
• Diamantes. Pueden considerarse una variante de la categoría anterior, aunque, por su especial difusión, merecen un espacio propio. Son diseños muy versátiles, que puedes encontrar en toda clase de tamaños. Cada colgante puede contener uno o varios diamantes de diferentes tipos.

¿Cómo encontrar collares y colgantes de calidad?

Al margen de sus diferencias, los collares y colgantes coinciden en una cosa: son una opción ideal para destacar tu look. Especialmente, si hay disponible un amplio stock que te permita encontrar el diseño que mejor se adapte a tu personalidad. En nuestra web, Cash Converters, podrás descubrir un extenso abanico de colgantes y collares de segundo mano, en todo tipo de colores y formatos. ¡Visítanos!