Cómo invertir en oro: guía completa con ETFs

Invertir en oro con ETFs es una forma de comprar oro sin necesidad de poseerlo físicamente. Además, ni siquiera tendrás que salir de casa para venderlo en el futuro, puesto que, si en algún momento decides deshacerte de tu oro, podrás hacerlo directamente en la bolsa de valores. En este artículo te explicaremos en qué consiste esta inversión y cuáles son todas sus diferencias con respecto a otros tipos de inversión.

Qué significa invertir en oro con ETFs

Los ETFs son fondos cotizados que unifican dos conceptos, puesto que su funcionamiento es idéntico al de cualquier otro fondo de inversión, pero al contrario que estos, cotizan directamente en bolsa. Por tanto, en lugar de adquirir las participaciones directamente con la gestora, se hace a través del mercado secundario. Cuando se trata de invertir en oro, esto no implica demasiadas diferencias con cualquier otro activo.

Diferencia respecto al oro físico

Normalmente, cuando quieres invertir tu dinero en oro físico o en joyas de este material, tienes que disponer de un lugar en el que almacenarlo y contar con unas medidas de seguridad que lo mantengan a salvo, con el consiguiente riesgo que supone. Incluso si decides delegar esa tarea a una entidad bancaria, es necesario que hagas frente a los costes de almacenaje y a los márgenes que aplica tu banco tanto con la compra como con la venta.

Con un ETF todo eso desaparece. Únicamente se aplica una comisión anual que sirve para cubrir los gastos de funcionamiento del propio fondo. El porcentaje suele ser bastante más bajo que las comisiones por custodiar oro físico. No obstante, tanto al comprar como al vender el broker sí cobra comisiones por esa transferencia. Además, el mercado secundario en el que el fondo cotiza cuenta, por norma general, con su propia tarifa fija de gastos en cada operación.

Algo que debes valorar es que para invertir en un ETF tendrás que disponer obligatoriamente de una cuenta de broker en tu banco. Sin ella, no podrás acceder a ningún producto cotizado.

En resumen, en lugar de adquirir oro directamente, lo que estás haciendo cuando inviertes en un ETF es conseguir participaciones de este, que tienen que estar respaldadas por el oro que el ETF tiene.

Factores a tener en cuenta a la hora de invertir

Hay algunas cosas que debes conocer antes de comprar oro con ETFs.

Liquidez del fondo

No todos los ETF son igual de líquidos. Con este término se conoce a la facilidad que tienen para convertir las participaciones del fondo en dinero en efectivo. Cuanto mayor sea su tamaño, más fácil será que otra persona esté dispuesta a adquirir tu oro. Por tanto, es un aspecto de gran relevancia a la hora de invertir. El día que desees vender, es fundamental que la transacción se lleve a cabo rápidamente.

Comisiones

Como hemos mencionado, los ETF ofrecen unos gastos inferiores a los de otras alternativas. Aun así, no todos comparten los mismos porcentajes. Teniendo en cuenta este dato, antes de invertir en un determinado ETF lo más adecuado es que revises su folleto informativo con detenimiento. Muchas veces aparecen varios gastos diferentes, por ello, lo más conveniente es que sumes todos para que sepas qué te van a cobrar cada año.

Evita el apalancamiento y las opciones futuras

No todos los ETF de oro funcionan con oro físico. Algunos lo hacen con contratos de futuros. Es decir, compran y venden contratos por el precio que tendrá el oro dentro de un determinado tiempo. Además, para maximizar las posibles ganancias, emplean técnicas de apalancamiento. Esto quiere decir que trabajan con un dinero que realmente no tienen, sino que es prestado.

Sí es cierto que esto puede hacer que los beneficios sean más elevados si todo va bien, pero genera un riesgo innecesario, ya que, si el precio baja, se perdería toda la inversión.

Inversión inicial y aportaciones periódicas

En cualquier fondo de inversión, aportar una pequeña cantidad mensual suele considerarse como una buena técnica a la hora de invertir. En los ETF, por el contrario, no se recomienda hacer compras continuamente, puesto que en cada caso hay que afrontar los costes de compraventa y perderías gran parte de la posible revalorización futura.

Además, a la hora de comenzar a invertir, cuanto mayor sea la cantidad, menos se verá afectada por esas comisiones de entrada que aplica el broker. Si decides invertir 1000 euros con un coste de compra de 25, habrás perdido el 2,5 % en comisiones. Por el contrario, si inviertes 10 000 y sigues teniendo esos 25 euros de comisión, solo habrás aportado un 0,25 % de comisión. La diferencia es sustancial y a la hora de invertir tu dinero, es algo que debes tener en consideración.

No obstante, la mayoría de ETFs cuentan con un importe mínimo de entrada.

¿Tienen los ETFs el mismo comportamiento que el oro físico?

La mayoría de las ventajas asociadas al oro físico son las mismas que se consiguen con cualquier ETF. La fluctuación del precio de este metal precioso está muy marcada por factores económicos como la inflación, el crecimiento de la demanda, etc. Los ETFs se benefician y se ven afectados por estas mismas causas.

¿Dónde guarda el oro un ETF?

Los fondos cotizados, como hemos indicado previamente, no siempre tienen el oro físicamente. Sin embargo, aquellos que sí disponen de una reserva de oro la guardan en cámaras acorazadas con una alta seguridad. Esto reduce enormemente el posible riesgo de un robo en sus instalaciones y hace que los inversores tengan una mayor tranquilidad.

Como ves, invertir en oro con ETFs es una forma diferente de comprar este metal precioso. A pesar de que no adquieres directamente el propio bien, el valor que tendrá en el futuro será muy similar al que tendría si lo tuvieses en propiedad. Por tanto, únicamente depende de ti decidir qué es lo que más te conviene. Si lo que quieres es invertir en oro físico, te animamos a que adquieras joyas de este metal en Cash Converters.