Cómo trabajar con dos pantallas: mayor eficiencia y comodidad

Trabajar con dos pantallas a la vez tiene una gran repercusión en la productividad y en la comodidad a la hora de trabajar, pero ¿cómo afecta realmente? Responderemos a esta pregunta y, además, te daremos algunos consejos para que puedas comenzar a disfrutar de sus beneficios en tu trabajo, ¡o en tu homeoffice!

Qué ventajas tiene trabajar con dos pantallas a la vez

A continuación, vamos a hacer un repaso a todas las ventajas de las que disfrutarás trabajando con dos monitores.

Capacidad de multitarea

Mientras trabajas el tiempo es la medida más valiosa. De él dependerá la cantidad de tareas que seas capaz de llevar a cabo en una sola jornada. Por tanto, reducir los pequeños retrasos que puede producirte el ordenador te hará ganar valiosos minutos al final del día. Con dos pantallas tendrás la posibilidad de abrir varios programas a la vez y usarlos en tiempo real, sin esperas.

No tendrás que perder tiempo con pantallas de carga que se hacen innecesarias y muy pesadas. La reducción de clics con esta práctica te será muy útil para ayudarte a aumentar tu flujo de trabajo y te dará más tiempo para cosas importantes. Además, al tener presente la información en todo momento será más sencillo que identifiques los posibles errores mientras rellenas pantallas de datos.

Mayor nivel de concentración

Puede que en alguna ocasión hayas estado tramitando algo realmente importante, pero mientras esperabas a cambiar de aplicación perdiste el hilo por completo. Por desgracia, esto es bastante habitual cuando trabajas con una sola pantalla, ya que tu nivel de atención no puede estar siempre al máximo. Sin embargo, la concentración es vital para que tu trabajo se lleve a cabo correctamente. Por ello, contar con un apoyo adicional reducirá estos problemas y te hará más productivo.

Una gran ayuda en trabajos que requieren de un contacto muy rápido

En entornos donde la rapidez de una respuesta es fundamental, contar con dos monitores te permitirá disponer siempre de una ventana abierta para tus correos electrónicos prioritarios o para recibir tus comunicaciones internas. De ese modo, nunca se quedará un correo en la bandeja de entrada sin revisar o una pregunta sin respuesta.

Mantener tu cliente de email abierto reducirá la atención que necesitas para cumplir con los plazos que se te solicitan y bastará un pequeño espacio en la segunda pantalla para tenerlo presente en todo momento.

Las claves para implementar esta práctica en nuestro trabajo

Antes de comenzar a operar en multipantalla, es necesario que cumplas algunos requisitos.

Un ordenador para trabajar con capacidad suficiente

No todos los ordenadores de oficina son capaces de ofrecerte las prestaciones que necesitas. En primer lugar, es crucial disponer de un sistema operativo adaptado a esta práctica. Para ello, será suficiente con cualquiera de los más modernos. Tanto Apple como Microsoft tienen habilitada esta opción. Otros sistemas abiertos como Linux también te permitirán trabajar cómodamente.

Otro aspecto que debes valorar es la tarjeta gráfica. Debe tener, como mínimo, dos salidas de vídeo independientes para trabajar. La mayoría de los procesadores de Intel, que traen una tarjeta gráfica integrada, también ofrecen esta opción. Con ellos no tendrás que preocuparte por actualizar tu equipo.

Si tienes que lidiar con software exigente como editores de vídeo o programas de arquitectura, lo mejor es que instales una gráfica dedicada de última generación en tu ordenador para trabajar. De ese modo no tendrás que reducir la resolución de tus proyectos y mantendrás la velocidad necesaria en cada tarea.

Además, ten en cuenta las características de tu monitor. Cualquier pantalla será compatible con este sistema, pero es necesario que prestes atención a ciertos detalles. Para que el rendimiento sea parejo y tu vista no sufra cambios entre una y otra, comprar dos monitores idénticos te ayudará a visualizar con mayor claridad la información.

Por último, si tienes la posibilidad de ampliar un poco el presupuesto, los monitores 4K son los más adecuados, puesto que en un menor espacio serán capaces de ofrecerte mayor cantidad de información sin reducir su calidad.

Posición en el puesto de trabajo

La posición de las pantallas es algo que debes valorar según tus necesidades. Pregúntate cuánto tiempo te pasarás frente a cada una. Si uno de los dos monitores va a tener un uso sensiblemente superior, lo mejor es que lo centres, de tal manera que permanezca en el mismo sitio que si trabajases con una única pantalla. En este caso, a su derecha puedes colocar el complementario.

Si por el contrario, ambas pantallas gozarán de la misma atención, para proteger tu vista lo mejor es que en la parte central sea donde se encuentran la esquina derecha del monitor izquierdo y la izquierda del derecho. De esa forma no tendrás que mover tanto el cuello y tendrás una vista privilegiada de ambos.

En el mercado existen multitud de soportes adaptados para usar varios monitores. Se trata de opciones muy portátiles y que se ajustan a la perfección a tus necesidades. La mayoría de ellos van fijados directamente a la parte de atrás de tu mesa, por lo que no será necesario ningún agujero. Ten en cuenta que si en el futuro necesitas cambiar la posición o el lugar de trabajo, su traslado te resultará más sencillo que las opciones fijadas a la pared.

Comprar monitores de segunda mano en Cash Converters te ayudará a conseguir toda la concentración y productividad que necesitas de un modo económico. La compra de productos de segunda mano es positiva para el medioambiente, ya que reduce las emisiones de dióxido de carbono y las materias primas necesarias. Además, todos nuestros productos son revisados por técnicos expertos y te ofrecemos 24 meses de garantía. Te enviamos tus monitores a casa de forma gratuita y, si lo necesitas, te los financiamos a tu medida.

Ya has visto que trabajar con dos pantallas te ofrece varias ventajas fundamentales para aumentar tu productividad. Además, no es nada difícil instalar un setup para que todo sea un éxito. Tendrás una jornada de trabajo más cómoda con las nuevas condiciones.